El mar de Aral, que en su día fue el cuarto lago más grande del mundo, es ahora casi en su totalidad un desierto, tras haber perdido más del 90% de su superficie desde la década de 1960.
Entre los hombres hay fotógrafos, músicos, actores, comediantes, críticos y editores. En respuesta, varias plataformas y colaboradores han cortado sus vínculos con los acusados.